domingo, 25 de enero de 2015

Tema 2: Vivir más y mejor

1. Salud y enfermedad en nuestro tiempo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la salud es un estado de bienestar físico, mental y social; no solo la ausencia de una enfermedad.

Las enfermedades son distintas según los países; en los países pobres, las personas mueren por infecciones comunes como; diarrea o sarampión; mueren por la falta de un tratamiento adecuado, esta más agravados por la miseria y la desnutrición. En los países pobres, la mortalidad se debe a la falta de recursos.
En los países ricos la mortalidad se debe a enfermedades cardiovasculares; causadas por un estilo de vida inadecuado, el sedentarismo, la sobrealimentación; por lo cual también se agrava en casos de personas con diabetes, hipertensión, hiperlipidismo (niveles altos de grasa en sangre)  y el envejecimiento de la población.

También se dan enfermedades en países pobres, como la mortalidad perinatal, (en los recién nacidos) ya que el acceso a la atención sanitaria, la alimentación adecuada y una vivienda digna; no es igual para todos. En los países ricos, la mortalidad está más relacionada con nuestra capacidad de dominar “nuestros impulsos”; el consumismo.

En nuestro tiempo desde que se inventaron los antibióticos, se curan enfermedades infecciosas que antes eran mortales, como la tuberculosis y se cree que el descenso de mortalidad por infecciones tiene que ver con este descubrimiento y por la extensión de los sistemas de alcantarillado y el agua potable y otras más significativa ha sido la vacunación que se generalizó en 1950 por toda la población.

La medicina actual es capaz de realizar intervenciones muy complejas como transplantes de órganos, aunque no beneficia a la mayoría de la población. Para mejorar el nivel de salud a toda la población se apuesta por la medicina preventiva “mejor prevenir que curar”. Es mucho mejor conservar la salud que restablecerla con medicamentos.
La principal causa de mortalidad son las enfermedades cardiovasculares, causadas por un estilo de vida poco saludable; influida también por la globalización, donde no hay límite para las infecciones; debido también a la urbanización; en la que todos vivimos en un mismo núcleo; y también tiene que ver con el envejecimiento de la población.
La prevención tiene que ver con una dieta rica en frutas y verduras, menos sal, no tabaco, disminuir la ingesta calórica, azúcares y grasas; el ejercicio físico regular. Todo esto bien hecho, provoca una disminución de las enfermedades cardiovasculares.

La esperanza de vida en países ricos, ronda entorno a los 80 años, va creciendo, pudiendo llegar a los 122; supone un gran desafío médico y social. Es un gran desafío médico, porque no sólo consiste en envejecer, sino en envejecer sin discapacidades; llegando a controlar médicamente las enfermedades que afectan a los mayores (Cáncer, enfermedades cardiovasculares o degenerativas del sistema nervioso). Esto puede ser posible ya que en el S. XX se duplicó la esperanza de vida.

-Longevidad; depende de los genes, también depende del ambiente en el que vivimos y también según el estilo de de vida que llevemos.

La buena vejez depende de haber conseguido antes de los 50 años siete condiciones: beber con moderación (pequeñas dosis), no fumar, realizar ejercicio físico, tener un peso adecuado, alcanzar un cierto nivel educativo, una pareja estable y una buena disposición ante los problemas.
“Solo la alegría es un seguro de salud y longevidad” (Ramón y Cajal).


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